sábado, 23 de junio de 2012

EL IMPLANTE COCLEAR Y SU REHABILITACIÓN


El implante coclear es una prótesis auditiva que ofrece audición a aquellas personas que no la tienen, hecho que resulta muy beneficioso para las mismas. Sin embargo, sus beneficios no se podrán alcanzar con el simple hecho de llevar a cabo la operación, siendo el llevar  a cabo un proceso de rehabilitación adecuado imprescindible para la obtención de los buenos resultados esperados.
No encontramos diferencias significativas en la rehabilitación de niños con implante coclear con respecto a las que se llevan a cano con niños sordos con otro tipo de ayuda protésica ya que en cualquier caso, seguimos atendiendo a niños sordos con un tipo de prótesis diferente a la convencional que sin embargo, sí nos permitirá avanzar más rápido y obtener niveles más elevados en cuanto a rendimiento auditivo.
Atendiendo al proceso de intervención, podemos distinguir cinco fases indicadas para la atención auditiva:

1.       Detección.
El objetivo de esta fase es que el niño  emita una respuesta ante un estímulo auditivo, hecho para el cual deberemos enseñarle a responder de forma voluntaria llevando a cabo determinada actividad ante la presencia de sonido.
Un ejemplo de esta actividad puede darse tocando un pandero a una distancia muy próxima al niño pero que esté fuera de su alcance visual. Así, cuando el pequeño detecte el sonido deberá por ejemplo saltar dentro de un aro colocado en el suelo.
Lo más importante en esta fase es que el niño diferencie y sea capaz de reconocer la presencia y ausencia de sonido.

2.       Discriminación.
Se trata de presentar dos sonidos que en un principio serán muy contrastados, que poco a poco y con la práctica irán siendo más parecidos hecho con el que aumentaremos la dificultad de la actividad, para que el sujeto responda si son iguales o diferentes.
Un ejemplo de esta actividad puede darse al presentar dos instrumentos como una flauta y un pandero y tocarlos haciendo combinaciones (flauta-flauta, flauta-pandero, pandero-flauta, pandero-pandero) para que el niño diga si ha escuchado el mismo sonido o sonidos distintos diciendo “igual” o “diferente”.
El cambio de papeles en este tipo de actividades puede ser muy motivador para el niño, siendo a la vez una forma de que continúe manteniendo la atención y la escucha.

3.       Identificación.

Se trata de que el niño consiga acertar qué sonido ha escuchado de entre unos presentados en una lista cerrada que comenzará siendo de dos instrumentos e irá ampliándose con el paso del tiempo y de la mejora en la identificación por parte del niño.

4.       Reconocimiento.

El niño debe repetir una palabra o frase sin la ayuda de una lista cerrada, hecho que supondrá un gran paso en cuanto a dificultad para el pequeño, motivo por el que será conveniente que le aportemos pistas de cara a conseguir una respuesta acertada y que no se desmotive.
Podemos pedirle, por ejemplo, que reconozca palabras en una frase que se haya trabajado anteriormente.

5.       Comprensión.

El objetivo principal es que el niño alcance la comprensión para poder entender conversaciones aportando respuestas interactivas y no simplemente imitativas.
Para ello podemos preparar diálogos sobre temas que sean de su interés, hecho para el cual los padres pueden aportar mucha información.

No hay comentarios:

Publicar un comentario